11.18
¿En Kazajstán? ¿Dónde Borat? ¿Pero si Kazajstán no estaba en el plan? No lo estaba, pero la frontera de Uzbekistan con Kirguistán está cerrada en el lado uzbeco. Hay elecciones en unos días (esto está escrito con posterioridad, las elecciones ya han pasado) y por si hay problemas han cerrado la frontera. En Junio de este años hubo revueltas con muertos, pueblos en llamas y 200.000 refugiados intentaron cruzar a Uzbekistan.
Así que podía cruzar por Tajikistan o Kazajstán y el trayecto por Kazajstán es mucho más rápido. En Tashkent pedí un visado de tránsito y me lo dieron al día siguiente. Podía haber cogida un bus y cruzar en un día, pero pasar por un país sin ver nada me parecía una pena. He elegido el pueblo de Taraz para hacer mi parada, dormir una noche, hablar con alguien un rato y hacer al menos una comida. No es mucho, pero tampoco pretendo ver el noveno país más grande del mundo en un día.
El visado de tránsito es precisamente para estas cosas, para cruzar un país o algo parecido, en este caso la duración era de hasta cinco días y el único requerimiento especial era tener un visado del país hacia el que iba, Kirguistán.
Por fin puedo tirar estos papeles, son los registros de los hoteles. El gobierno te obliga a registrarte “oficialmente” en cada hotel y es posible que al salir del país te los pidan para asegurarte de… de algo, de que no has hecho nada sospechoso contra el gobierno supongo.
Con tan poco tiempo hago la colección de monedas para mi hermana en un tiempo record y necesito sacar dinero dos veces porque me gasto mucho más de lo que esperaba. Kazakhstan tiene un montón de petróleo. Según dicen ellos tiene más de lo que podemos imaginar, y después de dejarte imaginártelo, dicen que tienen aún más que eso. Por esto también me gasto cuatro veces más que en Uzbekistán.
Una alegría. El enchufe sigue siendo de dos clavijas redondas. Llevo desde España sin ningún adaptador.
Al principio no caía, un chiringuito llamado HalalYou me había confundido. En la calle había varias hamburguesería de carne Halal para que los musulmanes la puedan comer (es una forma de sacrificar al animal permitida por el Corán).
Mientras esperaba para sacar el visado en Tashkent una mujer se ha puesto a hablar conmigo y me ha dicho que quería cambiar de marido, que no la gustaba el suyo… No he sabido que responderla… “Hola, quiero cambiar de marido.” un día que me aburra me voy a acercar a alguien y le voy a soltar esta frase aniquiladora, a ver que cara pone.
Taraz tiene algunos de los edificios más antiguos del país, no son gran cosa pero son bonitas. Si estáis cansados de tantas mezquitas y arte musulmán en Kyrgyzstan tendremos un respiro ya que todo son paisajes.
En esta el cuidador de esta me regala una torta buenísima que se convierte en mi desayuno.
Una pequeña noria con el mismo funcionamiento que las norias de agua de Hama en Siria (aquí está el link al video que hice de ellas).
Vuelvo a poner pegamento al pasaporte, esta vez bastante más cantidad. Ya solo me quedan dos fronteras, espero que aguante.
Irme de Kazajstán resulta ser un horror, espero dos horas al autobús, cuando llega la gente corre a empujones a las puerta y, claro, el guiri se queda con cara de tonto sin asiento. El siguiente bus llega tres horas después en vez de dos y en vez ir Bishkek al final va a dejarnos en la frontera nada mas. Este bus termina no saliendo y acabo en un taxi compartido con otros tres chicos jóvenes. ¡Para esto no espero cinco horas! Menos mal que como tenía mala pinta he devorado la guía de Kyrgyzstan mientras.
Llego de noche a la frontera. Un militar de manos enormes maltrata mi pasaporte endeble, va dos veces por todo el pasaporte sin encontrar el visado de su propio país, cuesta un poco porque sólo quedan tres caras libres, creo que no lo encuentra porque cada dedo tapa tres cuartos de cada página. Termino buscando la página yo mismo y dándole el pasaporte con sumo cuidad. Me lo sella y me deja pasar. Mi pasaporte y yo damos un respiro.
Cruzar una frontera de noche es desagradable porque no suele estar nada bien indicado, no hay luz y no sabes cuando has terminado ni donde coger un bus u otro transporte que te lleve a donde quieres ir.
Tuve suerte y uno de los chavales del taxi compartido se convierte en my “protector” y me ayuda a cambiar de transporte otras tres veces hasta llegar a mi albergue en Bishkek, la capital de Kirguistán. Tenemos al lado a dos borrachos que en un frenazo se han caído al suelo y ni se despiertan… A medianoche leo el nombre de mi albergue en una pared. ¡Bien!
¡Estoy agotado!
Fernando
Por que no posteas las fotos de la gente que te hace esas propuestas poco convencionales? A proposito, creo que en Kazajstan todavia se lleva lo del rapto ritual pre-nupcial (para ahorrarse la dote, me dicen). Cuidadín!!