01.05
Salgo del hotel, hay una cortina de tela gruesa cubriendo la puerta de salida. Me cuesta moverla pero les hace falta, fuera hace frío de verdad. Es pronto, solo tengo un día en el monasterio de Labrang y tengo que aprovechar.
Expiro, un vapor blanco y denso sale de mi boca, le cuesta subir y se queda suspendido en el aire. Avanzo y lo atravieso. No se donde ir así que sigo al primero que pasa. En el bolsillo tengo un termo con te caliente recién hecho. Me alegro de haberme desperezado para prepararlo, me calienta.
Veo un puesto a mi izquierda, hay una mujer sonriente con la cara quemada de años bajo e sol. Compro algo parecido a un churro, parece tener mil calorías por bocado, está rico. El monasterio sigue en sombra, el sol no ha subido suficiente y las montañas lo tapan. Sigo avanzando con la gente.
Los peregrinos murmuran mientras caminan. Siempre en el sentido de las agujas del reloj. Hay cilindros de madrea en position vertical en las paredes del exterior, están inscritos. Los peregrions les empujan al pasar haciendoles rodar. Al rodar la madera roza con los hierros. Hay cientos de ellos y los peregrinos no les dejan descasar. Siempre hay rodillos girando, chirridos y murmullos.
El soportal se alarga. No hay monjes, están rezando a esta hora. Los peregrinos siguen rodeando el monasterio.
Subo una pequeña cuesta y estoy al otro lado de la tapia monasterio. Veo una mujer que se arrodilla y se postra en el suelo totalmente tumbada, se levanta y da un paso al lado. Se arrodilla se postra tocando con la frente en el suelo. Se levanta y da otro paso al lado. ¿Cuanto tardará en dar la vuelta al monasterio? ¿cuantas vueltas dará? Uno de los monjes me ha contado que para terminar su formación tiene que dar 4.000 vueltas a un pequeño santuario.
Sale el sol entro a un monasterio.
El monasterio de Labrang es un monasterio tibetano budista fuera de la región de Tíbet. Es el segundo monasterio tibetano más importante del mundo.
Visitar Tíbet requiere un permiso especial para ir y el gobierno tiene a la comunidad budista con bastante control. Se supone el Labrang tiene algo más de libertad y hay quien dice que por eso aqua se ve mejor la cultura tibetana. Aún así el gobierno prohibe el acceso a extranjeros de cuando en cuando.
No he comentado las fotos, es la única vez que he sido capaz de no añadir algo ahí debajo. Creo que hablan por si solas.
Me hubiese quedado un día más paseando y haciendo fotos, pero mi recorrido en china son más de 4.500 kilómetros y no tengo tanto tiempo. Es la factura que tiene haberme quedado más tiempo del planeado casi en cada país. Ahora tengo que ir algo más rápido.
A Xian.
Fernando
Uf, despues de esto ni te molestes en visitar el templo budista tibetano de Beijing. Parece el kiosko de la prensa en comparación
¡Brutal, brutal, brutal, brutal! No sé cuántas horas me he pasado mirando tu blog, no sé tampoco cómo lo encontré, pero me he quedado fascinado, maravillado, alucinado. Soy un enloquecido de la Ruta de la Seda y espero hacerla pronto, y tu blog me ha dado millones de ideas. En 2007 he cumplido otro de mis sueños, hacer el Transmongoliano (puedes ver mi blog en http://siberiandream.blogspot.com), pero éste es el viaje soñado que me falta. Mil gracias por compartir tus experiencias con tanta sinceridad y con tan hermosas fotos. ¡Un abrazo!