Hoy Silvia ha soñado que estábamos en Madrid, en un bar por la noche con algunos de nuestros amigos. Toda la descripción es una imagen difusa de lo que ha soñado. Lo que si tiene claro es que llevábamos las mochilas puestas. Vestíamos algo más elegantes en el viaje, ella supongo, que maquillada y los dos con nuestras mochilas con toda la normalidad del mundo.

El sueño me hace gracia, sobre todo porque tengo cierta obsesión paranoica con la mochila pequeña. La llevo todo el día, es una extensión de mí. Tiene parte del dinero, mis tarjetas, mi preciado pasaporte, la cámara y el portátil. Desayuno, como y ceno con ella a mi lado. Su azul eléctrico está siempre a la vista, aunque ya parezca más un gris azulado. Si salgo sin ella a hacer algo tengo la sensación de haberla perdido y me da un escalofrío helador que me recorre todo el cuerpo, por eso me hace gracia el sueño de Silvia.

Estamos en Osh al sur de Kirgistán. Osh ha entrado en la prensa internacional recientemente por los problemas étnicos que han surgido este año. Nadie me ha sabido explicar exactamente lo que pasó en los conflictos de junio.  ¿Cómo empezó todo?. “Tensiones étnicas”. Pero ¿quien empezó? ¿Por qué esta vez? Un periodista australiano que he conocido ha estado por el país escribiendo un artículo pero tampoco lo tiene muy claro. Ahora parece que todo está más estable, las elecciones han sido pacíficas y no hay más enfrentamientos. Se han ido muchos uzbecos (la minoría aquí) pero sigue habiendo algo de tensión. Eso si, para el turista sigue siendo un lugar increíblemente agradable con gente encantadora.

Alguna imagen desconcertante de las que se ven aquí.

La importancia de Osh en la ruta de la seda era su localización. A Osh llegaban casi todas las caravanas que venían desde Kashgar, China ya que Kashgar-Osh es uno de los mejores pasos montañosos entre China y el oeste. Desde aquí había dos posibilidades: seguir hacia el noroeste hacia Uzbekistán o ir hacia el sur para ir hacia el sur pasando por Tayikistán para luego, también seguir hacia el oeste. Más tarde estas dos rutas podían juntarse en Samarcanda o seguir al oeste mas al sur por Irán.

Queremos ver el mercado. Hace siglos atrajo cientos de caravaneros, ahora es un mercado principalmente local, con productos locales y un numero relativo de turistas. No muchos turistas, no consigo comprar postales para mandar a casa.

Uno de los chicos que trabaa en el albergue ha estado un año en Corea (van muchos a buscar trabajo allí) dice que ahora todo es distinto que los uzbecos solo piensan en matar kirguizos y viceversa. Que pena. En la calle yo veo menos tensión que eso y más normalidad, pero tampoco puedo hablar con mucha gente por la barrera idiomática.

Camino al mercado empezamos a ver edificios quemados, la zona del mercado fue una de las mas afectadas, los comercios uzbekos fueron quemados y sus dueños salieron huyendo. Lo que vemos es una sombra calcinada de lo que el mercado fué. Queda un tercio de la extensión que había antes.

Los uzbecos piden ayuda, las fronteras que dibujó Stalin dividieron el valle de Fergana sin tener en cuenta los grupos étincos. Stalin hacía diferenciaciones de idioma o entre estepa y montaña, pero, igual que en otras repúblicas las fronteras establecidas dan problemas hoy en día.

Estamos con Claudio un chico italiano que hemos conocido en el albergue. Salio de Italia hace unos meses y está intentando batir el record del mundo de viaje en una moto de 49 cc. Aquí tenéis su web si queréis echarle un vistazo.

Nos pasa una Scooter. Le digo a Silvia que no había visto una en semanas o meses, al instante vemos a Claudio, que se había quedado un poco retrasado, corriendo detrás de ella hasta que la para. Decimos; “estos Italianos están locos”. Pero es que necesita un mecánico, su moto se rompió hace dos días llegando a la frontera con China.

Otro recuerdo soviético.

Un avión en un parque.

Esta es la bandera kirguiza. El círculo a lo mejor lo reconocéis (una foto parecida en uno de los posts de Uzbekistán aquí), representa el centro del techo de la yurta. Es un icono su pasado nómada… y su presente seminómada.

Eso mismo pensamos nosotros.

A Silvia se le termina el tiempo, se tiene que volver a Bishkek para volver a España. Por la mañana pronto la acompaño a la estación donde se cogen los taxis compartidos. Uno de los pasajeros nos saluda en inglés, parece majo. Ha estudiado relaciones internacionales y es muy parlanchín. Silvia y yo nos despedimos, veo que la dejo en buenas manos.

Vuelvo al albergue, quiero quedarme un día tranquilo para actualizar un poco el blog y preparar China. No es fácil encontrar tiempo para el blog cuando tengo una visita. Charlo con Claudio que sigue por aquí. Tiene problemas con su moto, a parte de que tenga una avería, tiene un problema logístico. Quería pasar a China con ella pero no pagar los 5.000 euros que le pedían por meter un vehículo extranjero. Ha venido a Osh a ver cómo sigue el viaje, y a arreglar su moto amarilla.

Intentando hacer autostop a China este hombre viene a ayudar. Resulta que es un “protector” inservible, una especie poco abundante pero que también existe. Tardé un rato en darme cuenta que estaba borracho a las nueve de la mañana. Quizá por eso saludaba a todo el mundo con su rango militar y su nombre completa. Me da un poco de vergüenza la situación.

De Osh a Sari Tash viajo por una pequeña parte de la “Pamir Highway” (autopista del Pamir). Esta carretera viene desde Uzbekistán, cruzando todo Tayikistán por donde pasa por un puerto montañoso de 4655 metros de altura, mi recorrido sólo llega a algo más de 3000 metros y el paisaje ya es estremecedor, me imagino cómo tiene que ser la parte de Tayikistán.

Frío.

Combustible natural, excremento de jack seca.

En Sari Tash duermo, en una “posada” sencillita. Mi habitación es un suelo con alfombras y esta estufa que da miedo…

La estufa, una resistencia directamente conectada a la corrientes y enrollado en un trozo de tubo de hormigón. Espero no tocarla.

Como un pan frito que me ha dado la señora, se lo agradezco todo lo que puedo, no me quedaban casi Sums y me ha dejado quedarme a dormir igualmente. Abro una lata de atún que tengo en la mochila hace unas semanas y me sabe riquísima. Me viene a la cabeza el arroz con leche, receta kirguiza, que comí ayer. Mmmm sería un postre perfecto.

El pueblos está muy alto, supongo que estar aquí en invierno es más supervivencia que una vida. Hace un frío terrorífico. Desde aquí el tráfico de camiones se dividen, hacia Tajikistán por carretera de la derecha, y hacia China por la de la izquierda. A parte del sitio donde duermo, hay un hotel un poco más adelante, calles de graba con ovejas, cabras, hielo, dos cafés y la gasolinera. Está anocheciendo, si no me daría un paseo a una loma para ver otro punto de vista de este lugar dramático.

Me doy cuenta de que no me he sorprendido que en la habitación no hubiese cama. En un lado de la habitación había una pila de pseudocolchones, he cogido uno y lo he puesto al lado de la estufa y he puesto un edredón encima. En realidad el sitio es muy acogedor y me ha hecho sentir a gusto en cuanto he entrado. Es ahora cuando me doy cuenta que no tiene cama, bueno, tampoco tiene ducha, y el baño está a 15 metros caminando sobre el hielo. Espero que por la noche no me entren ganas de hacer pipí. A dormir.

Antes de dejar Asia central os tengo que contar un pequeño episodio hitórico para el que no he encontrado momento en ninún post. Durante el siglo XIX Asia central fue el extremos sur del imperio soviético. Más al sur, a no tantos kilómetros, estaba el imperio británico. Ambas súper potencias estaban preocupadas por sus fronteras y por el avance de la frontera contraria. Estas tierras fueron el escenario de una guerra fría que se llamó “The great game” (el gran juego). La historia cuenta intrincadas tramas de espías de incógnito cartografiando montañas y tomando notas sobre lugares estratégicos. Espías disfrazados de peregrinos para pasar desapercibidos, espías que se encontraban con espías y ocultaban su identidad.

Fue una competencia, una lucha de poder, una lucha por el territorio en el que había gran tensión. Ahora lees sobre hombres a caballo que tardaban días en ir de un lugar a otro para saber lo que había, porque eran lugares desconocidos para todo el mundo. Suena naif, “Su misión es ir a Kirguistán, conseguir un caballo y pasarse dos meses por las estepas para que nos cuente que hay. Si le encuentran, negaremos su existencia”. Esta imagen de espía suena lejos de un 007 pero también tenían la mejor tecnología de su tiempo con herramientas de medición miniaturizadas, brújulas y otros utensilios. A ver si WikiLeaks saca algún documento y podemos enterarnos de lo que pasó de verdad.

Mis últimas horas en Kirguistán las paso en un trailer. Estoy contento, el primer camión que pasa me coge. Padre  e hijo van hacia la frontera para coger mercancías que vienen desde China. Me ofrecen pipas, se convierten en mi desayuno. Muchos camiones cogen productos en la frontera,  incluso Kirgizstán está plagado de productos chinos.

Saco unas fotos, hago un poco de video y disfruto del paisaje. La cordillera es tan bonita como me imaginaba. Me da pena que se me terminen las montañas, mi recorrido China va a ser más plano.

¡ESPERA! China es el último país, que rápido ha pasado todo.

Pese a que aquí termino con las crónicas de Kirguistán, el próximo post no será de China, será de un pequeño video que he estado grabando sobre una de las cosas más sorprendentes de este pequeño país.

Hasta pronto.

Fernando

Nos sonó bien. Un bosque por el que puedes caminar casi infinitamente y dormir en un pequeño pueblo rodeado de nogales y montañas. Así que decidimos ir.

Cogimos un coche compartido con una familia falsa (pensábamos de verdad que eran una familia pero resultó que no se conocía ninguno). Para llegar pasamos un puerto de Montana dede más de 3330 metros de altura.

Después de 11 horas de viaje nos dejaron en la bifurcación hacia Arslanbob. Estando a solo una hora parece imposible conseguir un taxi o alguien que nos lleve. Esta pareja nos ofrece su casa, muy agradables, pero olían demasiado a vodka como para aceptar la invitación.

Todos los que se ofrecían llevarnos a Arslanbob tenían caras demasiado sonrientes y ojos algo sangrientos por el vodka.  Parecía una tierra de zombis, con poca luz y personas incapaces de andar en linea recta… Una hora después encontramos un hombre que parecía sobrio y que nos llevaba por un precio que no era demasiado abusivo. Nos metimos siete personas en su Daewo Tico (es de los coches más pequeños en los que me he montado en mi vida) y fuimos hacia Arslanbob. El pueblo nos encantó.

Queríamos haber cruzado aquí desde el lago Issyk-Köl pero la carretera estaba cerrada por la nieve.

La época de recogida está terminando pero aún hay montones de nueces por el suelo.

Por lejos que mires, solo se ven nogales, 11.000 hectáreas de árboles que producen 1500 toneladas recogidas al año. También hay muchos árboles frutales, se recogen 5000 toneladas de manzanas al año.

Alejandro el grande cogió estas nueces cuando estuvo por esta parte del mundo y las llevó a Europa. Ahora son las que se utilizan en las plantaciones europeas y se conocen como “nuez griega”.

La cadena montañosa de Basah-Ata.

Las ropas tradicionales son geniales.

Nos sentamos bajo un árbol para descansar y comer algo. La vista es perfecta. No se oye nada, hace una hora que no se oye nada y durante la hora siguiente no se oye nada tampoco, bueno, algún pájaro, el viento cuado se levanta, el crujir de la cáscara cuando las rompemos para comerlas, es una sensación de paz que me hace meterme y sentirme más en la naturaleza.

Caras geniales con sonrisas geniales. No os perdáis al hombre del fondo con su abrigo, la barba y el gorro, intentaré poner fotos de estos hombres en el próximo post.

Dejamos Arshlanbob,sus nueces y su cascada de 80 metros para ir a Osh, donde en junio de este año hubo revueltas y problemas étnicos. Hemos oído que el 70% de las casas fueron quemadas. ¿Qué nos encontraremos?

Pronto desde Osh.
Fernando

Un mensaje para mi amiga Lindsay. Se que en Costa Rica tenéis conejos como mascotas, así que creo que es mejor que pares el video en el minuto 1:51.

Un día maravillosamente estético. El lago, la luz de otoño en un día de cielo tan claro, los picos nevados, las montañas interminable, los colores pardos, la sensación de ir a caballo, Talgar con su cara centroasiática de libro, su traje tradicional, Tumara  imponente y el perro con personalidad propia. Un día lleno de imágenes preciosas, y con algunas de ellas he hecho el video. Espero que os haya gustado.

Me ha costado horrores ponerle música a este video, al final los alemanes Notwist hacen de banda sonora. Nada pegaba con el ritmo del día, y al final, aunque la música no sea perfecta para el video, por lo menos escucháis un buen disco.

La cetrería es una tradición en Asia Central. Talgar cogió a Tumara del nido cuando era una cría y la cuidó para que ella le reconociese como madre-padre. Después la adiestro durante tres meses, que parece poco tiempo, pero es que las águilas ya saben cazar casi nada más nacer. Tumara es joven, tiene cinco años y pesa seis kilos que son mucho cuando la aguantas en el brazo. Dentro de unos años la dejará en libertad para que pueda volver a su vida salvaje. Supongo que será un día duro para él.

Me he enamorado del perro, iba a su aire todo el rato sin parar un segundo como si jamás se cansase. Ha estado subiendo y bajando por las laderas buscando la caza, pero no ha habido suerte.

Me pregunto ¿Que tal se llevarán Tumara y el perro?

Sios habeís quedado con ganas de más ayer pusieron en “El mundo” un video sobre cetrería en España, aquí lo tenéis.

El próximo post vendrá mas paisajes bonitos, el bosque de nogales más grande del mundo de Arslanbob.

Hasta pronto.

Fernando

Tras unos pequeños problemas con el cable de corriente del ordenador, por fin puedo volver a postear algo.

Estábamos en Kirguistán así que sigo. ¿A que he venido aquí? A ver montañas. El cuarenta por ciento del país está a más de 3000 metros de altura y en sus montañas hay 8.200 glaciares. Esto lo hace posible la cordillera del Tien Shan que separa este pequeño país de China. Empiezo el viaje por el lago Issyk Khöl y después iré al sur para cruza a China.

Empiezo en Bishkek, esperando una visita pelirroja. Silvia viene al día siguiente para estar dos semanas conmigo. La capital, no tiene mucho, es una ciudad sencilla, pero, no esperaba más de la capital de un país que hasta hace dos generaciones era nómada. Curiosamente una de las cosas que se puede hacer aquí es ir a la ópera, solo cuesta unos pocos euros y en Madrid por menos de 200 no entras, pero no coincido con ninguna actuación, esto ya me fastidia un poco porque en Tashkent intenté ir a la ópera pero estaban remodelándola, así que lo tendré que dejar para otro viaje.

Por la mañana voy a dar un paseo y cambiar dinero, desde las calles se ven montañas enormes a lo lejos, no me esperaba que las montañas estuviesen tan cerca, pero por esto cuando Bishkek era parte de Sogdiana (siglo X aproximadamente) le pusieron este nombre, “lugar bajo las montañas“ ¿Cómo serán los pueblos montañosos?

Nuestra primera visita en el lago Issyk-Köl es el pueblecito de Tamchy, y,¿para que buscar donde alojarte si puedes darte un baño?

El lago nunca se congela(es muy profundo y tiene alta salinidad), por eso se llama “lago caliente“. Yo le cambiaría el nombre por lago helador.

Dos hombres se acerca cuando salimos del agua, han alucinado de que nos hayamos metido en el agua, y nos felicitan con abrazos y gritos de alabanza. ¡Espera!, tienen una cogorza que no se tienen. Si queda algo de la época soviética en el país, es el vodka. Se dan golpecitos en el cuello con el dedo, que después de unos días hemos deducido que significa que vayamos a beber con ellos. Declinamos amablemente y buscamos donde dormir.

Al llegar a nuestra casa rural nos ponen un aperitivo para recuperar la energía que hemos dejado en el agua fría. Un pan parecido a churro, yogurt y mermelada casera.

Los locales son graciosos, nos preguntan cosas sobre España y nos cuentan lo que ellos saben de el. Aprendemos cosas como que los mejores guitarristas Españoles son Antonio Banderas y Alejandro Sanz.

Es un país arraigado a su tierra y a sus animales.

Al día siguiente vamos a Cholpon-Ata a ver estos petroglifos bajo la lluvia. Nos calamos de pies a cabeza.

Seguimos camino alrededor del lago, en el autobús nos sorprende una tormenta huracanada, no estamos seguros de si llegaremos o no, la nieve cada vez cae con más fuerza y no vemos ni dos metros de la carretera pero el conductor sigue y sigue. El invierno ha llegado de repente.

Vemos algunos edificios coloniales.

Una…. Una…. ¿Qué es eso? No es una pagoda, ni es una iglesia, pero en lo alto de la torre.. ¿Una luna? Es una mezquita china, construida sin clavos en 1910. Es actualmente un lugar de culto que estuvo cerrada por los Bolcheviques de 1933 a1943. Sin que los kirguizos sean muy religiosos no es raro escuchar la llamada a la oración en algunos pueblos.

Paramos a comer y tomamos una sopa para calentarnos. Consigo no pedir mi sopa favorita de Asia central, el Lagman con fideos. Pido una sopa rusa. La de Silvia sabe a Rufles.

La catedral de la sagrada trinidad. Nunca había visto una catedral ortodoxa rusa.

Vamos a Altyn Arashan, unos baños termales en las montañas. Nos esperan 14 kilómetros de nieve, ha pasado un coche y a ratos no nos queda más remedio que caminar por la rodera, parece que hacemos pasarela, es un poco desagradable y muy cansado.

Hay -10 grados. Nos vamos a los baños que están a 56, después de caminar cuatro horas es una gozada, además estamos solos.

Hemos dormido en el refugio con tres capas de edredones y el gorro puesto, por supuesto no había calefacción y por la mañana había hielo formado en el interior de las ventanas, en los cristales.

Kirguistán tiene la segunda mayor población de leopardos de las nieves, pero es casi imposible verlos.

Hoy han tenido suerte y han cazado un jabalí. Vemos a otros dos cazadores a caballo, que nos dicen que son Don Quijote y Sancho Panza.

Karakol está rodeado de montañas, es el lugar ideal para hacer senderismo en rutas de varios días, pero es demasiado tarde, hay mucha nieve y frío como para acampar al aire libre, nos tenemos que conformar con pequeñas excursiones.

Seguimos dando la vuelta al lago, esta vez vamos a Bokonbayevo. En la foto una pequeña mezquita del pueblo. De Bokonbayevo va a haber un pequeño video, lo quería haber hecho en Uzbekistán pero que no pude.

Para ir al sur del país tenemos que volver a pasar por Bishkek y nos encontramos con esto. “Descubre el poder del hombre de verdad”. ¡Que buena fama tenemos los españoles!.

Otra foto divertida para terminar el post. “Si tienes el estómago mal, siéntate recto.”

Pronto os escribo mas.
Fernando

¿En Kazajstán? ¿Dónde Borat? ¿Pero si Kazajstán no estaba en el plan? No lo estaba, pero la frontera de Uzbekistan con Kirguistán está cerrada en el lado uzbeco. Hay elecciones en unos días (esto está escrito con posterioridad, las elecciones ya han pasado) y por si hay problemas han cerrado la frontera. En Junio de este años hubo revueltas con muertos, pueblos en llamas y 200.000 refugiados intentaron cruzar a Uzbekistan.

Así que podía cruzar por Tajikistan o Kazajstán y el trayecto por Kazajstán es mucho más rápido. En Tashkent pedí un visado de tránsito y me lo dieron al día siguiente. Podía haber cogida un bus y cruzar en un día, pero pasar por un país sin ver nada me parecía una pena. He elegido el pueblo de Taraz para hacer mi parada, dormir una noche, hablar con alguien un rato y hacer al menos una comida. No es mucho, pero tampoco pretendo ver el noveno país más grande del mundo en un día.

El visado de tránsito es precisamente para estas cosas, para cruzar un país o algo parecido, en este caso la duración era de hasta cinco días y el único requerimiento especial era tener un visado del país hacia el que iba, Kirguistán.

Por fin puedo tirar estos papeles, son los registros de los hoteles. El gobierno te obliga a registrarte “oficialmente” en cada hotel y es posible que al salir del país te los pidan para asegurarte de… de algo, de que no has hecho nada sospechoso contra el gobierno supongo.

Con tan poco tiempo hago la colección de monedas para mi hermana en un tiempo record y necesito sacar dinero dos veces porque me gasto mucho más de lo que esperaba. Kazakhstan tiene un montón de petróleo. Según dicen ellos tiene más de lo que podemos imaginar, y después de dejarte imaginártelo, dicen que tienen aún más que eso. Por esto también me gasto cuatro veces más que en Uzbekistán.

Una alegría. El enchufe sigue siendo de dos clavijas redondas. Llevo desde España sin ningún adaptador.

Al principio no caía, un chiringuito llamado HalalYou me había confundido. En la calle había varias hamburguesería de carne Halal para que los musulmanes la puedan comer (es una forma de sacrificar al animal permitida por el Corán).

Mientras esperaba para sacar el visado en Tashkent una mujer se ha puesto a hablar conmigo y me ha dicho que quería cambiar de marido, que no la gustaba el suyo… No he sabido que responderla… “Hola, quiero cambiar de marido.” un día que me aburra me voy a acercar a alguien y le voy a soltar esta frase aniquiladora, a ver que cara pone.

Taraz tiene algunos de los edificios más antiguos del país, no son gran cosa pero son bonitas. Si estáis cansados de tantas mezquitas y arte musulmán en Kyrgyzstan tendremos un respiro ya que todo son paisajes.

En esta el cuidador de esta me regala una torta buenísima que se convierte en mi desayuno.

Una pequeña noria con el mismo funcionamiento que las norias de agua de Hama en Siria  (aquí está el link al video que hice de ellas).

Vuelvo a poner pegamento al pasaporte, esta vez bastante más cantidad. Ya solo me quedan dos fronteras, espero que aguante.

Irme de Kazajstán resulta ser un horror, espero dos horas al autobús, cuando llega la gente corre a empujones a las puerta y, claro, el guiri se queda con cara de tonto sin asiento. El siguiente bus llega tres horas después en vez de dos y en vez ir Bishkek al final va a dejarnos en la frontera nada mas. Este bus termina no saliendo y acabo en un taxi compartido con otros tres chicos jóvenes. ¡Para esto no espero cinco horas! Menos mal que como tenía mala pinta he devorado la guía de Kyrgyzstan mientras.

Llego de noche a la frontera. Un militar de manos enormes maltrata mi pasaporte endeble, va dos veces por todo el pasaporte sin encontrar el visado de su propio país, cuesta un poco porque sólo quedan tres caras libres, creo que no lo encuentra porque cada dedo tapa tres cuartos de cada página. Termino buscando la página yo mismo y dándole el pasaporte con sumo cuidad. Me lo sella y me deja pasar. Mi pasaporte y yo damos un respiro.

Cruzar una frontera de noche es desagradable porque no suele estar nada bien indicado, no hay luz y no sabes cuando has terminado ni donde coger un bus u otro transporte que te lleve a donde quieres ir.

Tuve suerte y uno de los chavales del taxi compartido se convierte en my “protector” y me ayuda a cambiar de transporte otras tres veces hasta llegar a mi albergue en Bishkek, la capital de Kirguistán. Tenemos al lado a dos borrachos que en un frenazo se han caído al suelo y ni se despiertan… A medianoche leo el nombre de mi albergue en una pared. ¡Bien!

¡Estoy agotado!

Fernando

Segunda parte de la visita de Dermot, escrito por él.

Bukhara, esto es lo que yo esperaba ver en este país de Asia Central.

El minarete de Kalyan domina el “skyline” de Bukhara, el único edificio de la ciudad que Gengis Khan no destruyó porque lo encontró precioso.

Tiene 45.9 metros de altura y también se conoce como “Torre de la muerte” porque hasta hace tan poco como el siglo XX se ejecutaban criminales tirándoles desde lo alto. Un país al que parece que le gustaban las ejecuciones públicas.

Timur es oficialmente el héroe nacional de Uzbekistán y durante centenares de años ha sido una figura popular en Europa. Su estatua incluso reemplazó la de Marx en el centro de Tashkent después de la independencia de la Unión Soviética. Pero Timur, también conocido como Tamerlane, dejó un legado contradictorio.

Mientras Asia Central florecía bajo su reinado otras áreas y ciudades preciosas fueron reducidas a cenizas. Timur era un gran admirado de Gengis Khan pero no era tan inteligente ni tan buen estratega y solo pudo emular sus hazañas sustituyendo su falta de capacidades por una brutalidad extrema. Muchas zonas vieron su población entera masacrada. No hay una cifra oficial pero mató entre 15 y 19 millones de personas con lo que posiblemente sea el record mundial de la historia. Su siguiente paso antes de morir a los 69 años en 1405 era batirse con China, si lo hubiese conseguido tendríamos un mundo diferente hoy en día.

Para los que os preguntéis por qué tiene dos nombres; Timur es su nombre original Mongol, que significa “Hierro” pero en Europa se le conoció como Tamerlane porque se traduce como Timur el “lame” (cojo) porque cojeaba de una pierna por una herida de guerra. Esto se verificó cuando los rusos exhumaron su cadáver y encontraron que le faltaban dos dedos es su mano derecha.

Bukhara is more ancient and real for me than Samarkand, as not as much restoration has taken place. The streets are narrow and cobbled with markets and shops selling the usual tourist paraphernalia.

El atardecer con una bandada de pájaros volando bajo sobre la ciudad, lo vemos en el café que dice “mejor vista para fotos” en un cartel enorme de la entrada.

Si quieres ir a la Haman de la ciudad ve sobre las 8 pm porque cuando los empleados terminand de trabajar cenan allí mismo y toman vodka y estarán encantados de que te unas a su cena y a su fiesta. Cenando con ellos nos enteramos de que el padre de uno de ellos era el dueño del lugar y que otro que estába casado con la hija del dueño era dentista de día y masagista por la  tarde! Una noche divertida con Vodka para ellos, cerveza para nosotros, idioma uzbek-inglish, música iraní y un poco de baile en el hall con el jefe de policía.

También vemos Bukhara en bicicleta, esta vez en bicis súper antiguas comparadas con las de Samarkanda. ¡Nos encantan!

Pedaleamos hasta la entrada de la ciudad. A la izquierda las murallas de la antigua ciudad, conocida como Ark, y al fondo lo que es una de las antiguas ciudades de Asia Central que he presenciado.

Durante la época de Timur Bukhara llegó a tener 40 bazares, 24 caravasares y seis Tims (que significa galerías de tiendas cubiertas). El desarrollo de aquel tiempo no fue solo en forma de edificios, el primer mapa estelar fiable se creó aquí, y durante lo que se conoce como “la edad de oro del Islam” el Avicenna se creó, un canon médico que se utilizó en Europa hasta el siglo XVII.

El minarete tapado con unas hojas a las que aún no las ha llegado el color del otoño.

En Bukhara los niños te preguntan si les cambias un caramelo por una foto, los efectos de un turismo irresponsable, pero lo que más me molesta es cuando intentan cambiártelo por dinero. Coca cola, galletas y ojos de negro intenso.

Tanto Bukhara como Samarkanda fueron importantes ciudades en la ruta de la seda. Samarkanda en particular porque era el centro entre China y occidente. Fueron centros comerciales, culturales y reeligíos y los dos están listados en la UNESCO como patrimonio de la humanidad.

Vamos a una cata de vino uzbeco con dos tintos y dos blancos. Algunos de los vinos no están nada mal.

40 años funcionando según su conductor. En irlanda son amarillas.

Escondida en las callejuelas está la mezquita de Chor Minor con cutro minaretes.

Una exhibición local de marionetas. ¿Lo habéis adivinado? Es Ali Baba.

Es un imán, no podemos alejarnos.

Conducimos de vuelta a Tashkent, pasamos kilómetros y kilómetros de campos de algodón. Uzbekistán es el quinto productor mundial pero su industria recibe quejas internacionales por el uso de niños en la recogida. En Septiembre del 2008 esta práctica se ilegalizó pero cada años las clases se vacían durante dos meses y medio (Septiembre a Noviembre) para hacer la recogida.

Pese a que he estado en países que producían algodón nunca había visto un campo de algodón. Tiene que ser un trabajo realmente duro para un niño estar aquí durante horas.

Vuelvo a Tashkent a por mi temido vuelo, pero antes comemos genial en un restaurante que se llama “Dervish” ya que no espero nada en el avión.

Me voy en un taxi al aeropuerto con suficiente tiempo para hacer el check-in, la aduana y control de pasaporte pueden llevar bastante rato según me han dicho. En 20 minutos estoy sentado en la sala de salida sin ningún retraso. Al entrar al avión otra sorpresa, el avión es nuevecito y muy lujoso, con un amplio espacio para las piernas y curri para cenar.

Creo que esto resume Uzbekistán para mí… ¡Espera lo inesperado!

Ah, ¡una foto final!

A lo mejor os habéis preguntado cómo saca Fernando tiempo para documentarse y escribir este blog mientras viaja. Bueno, aquí lo tenéis… Aprovecha cada oportunidad para trabajar en él.

Una pequeña esplicación sobe el

Una pequeña explicación sobre el título… Hay una película llamada “Aviones, trenes y Automóviles” y como usé todo esto en el viaje, me gustó el título.

Saludos de un lluvioso Dublín
Dermot

Dermot, gracias por estos dos posts.
Fernando