Una pequeña selección de fotos de lo que no se ha visto en los videos anteriores.

Una planta endémica del país.

 Casi puede ser cualquier sitio, pero me gustaron.

Kotor y su muralla, desde el foso se pueden subir los 1200 escalones hasta arriba.

Vista de Kotor.

Quizá el cañón más bonito de Montenegro.

 Una surgencia espectacular del río Moraça. 

El rio Tara una vez más.

Nuestro cordero cocinado en leche a fuego lento para reponer fuerzas.

La estepa del Parque Nacional de Durmitor. Uno de los lugares más bonitos de nuestra visita a Montenegro.

Es increíble lo que un poco de chocolate y la deformación del gran angular pueden llegar a hacer.

El color del Tara. ¡Pero lo mejor son las truchas que tiene!!! Me comí una que sabía igual que las que mi padre traía los domingos a casa cuando yo era pequeño mmmmmm.

Es un poco macabro, pero así ponen las esquelas en los pueblos.

Subiendo al monasterio de Ostrog. 

El monasterio de Ostrog.

Bruma en el cañón del Piva. Con una carretera de esas preciosas que le gustabana mi madre con miles de curvas, paisajes bonitos y túneles escavados en la piedra.

En la playa de arena gris de 14 kilómetros, a mi me gustan más así que de arena blanca.

Redes de pescadores chinas parecidas a las que se pueden ver en Kerala en India, pero aquí con motor.

Las dos última fotos son de Ulcinj, el lugar que le dio el nombre a Dulcinea. Leed la “j” como una “i” y veréis como se parece más. Cervantes estuvo preso tres años en esta ciudad antes de escribir el quijote.

Un autobús y a Albania.

Fernando